"La Bañista de Valpiçon"
Dominique Ingres (1780 - 1867)

Es uno de los lienzos más reconocidos del mundo, el mismo fue realizado por el artista francés Dominique Ingres durante 1808 mientras estaba radicado en la ciudad de Roma, Italia, gracias a una beca que se le concedió para poder continuar con su aprendizaje. Anualmente debía enviar a la Academia algunos de sus trabajos más recientes para que estos pudieran constatar de su progreso, y así determinar que continuaba siendo merecedor del dinero en cuestión.
"La Bañista", como se la suele mencionar, fue una de las pinturas que Ingres eligió enviar, siendo esta la primera de una serie que realizará a lo largo de su carrera.
En la pintura cobra casi total protagonismo la figura femenina. Por medio de esta figura el artista pretende mostrarnos su ideal de belleza. Pese que a la obra se le critican algunos aspectos, como la ausencia de caderas, extrema delgadez en sus piernas o incluso una desproporcionada planta del pié, no caben dudas de que estamos frente a un gran trabajo; no solo desde lo anatómico, sino desde su composición. Soy de los que piensan que a las pinturas hay que verlas como un todo, analizar su clima en general. Obviamente que luego podremos tener preferencias por algún sector del cuadro en particular, pero lo ideal a mi juicio es no hacer hincapié solo en los detalles, a no ser que ese detalle sea para el artista, el propósito de la pintura. Es por estos motivos que "los errores" que antes se mencionaron, me tienen sin cuidado.
En su composición identificamos un predominio de líneas verticales producido por el cuerpo de la mujer, sus brazos; la caída del paño que recubre su cama y el manto verde que se extiendo a lo largo de la pintura sobre el margen izquierdo.
La obra nos seduce por su clima, donde reina la serenidad. La obra reproduce un instante donde lo único que denota movimiento es el chorro de agua que cae desde un grifo en forma de cabeza de león. Ingres hizo uso de tonalidades claras que acompaña a la perfección este instante de plena relajación de la dama, pudiéndonos imaginar que es el momento previo a un baño.
Si tienen la suerte de viajar a Paris, no desaprovechen la oportunidad de visitar el Museo del Louvre, donde se exhibe esta maravilla de la pintura.
Javier Zenteno